LA TIERRA ME TRAGÓ SOLO UNA VEZ
Y la Tierra me tragó, despacio, poco a poco,
según iba caminando mi estatura menguaba
y las cosas que miraba iban creciendo a lo loco,
de forma que me empequeñecía mientras contemplaba.
Gigantes personas me iban rodeando en mi misma casa,
en mi mismo plato que de forma incomprensible se agigantaba
y como en tierras movedizas en mi misma sopa ¿qué me pasa?,
me hundía como en el fango se hunden los pies poco a poco.
La Tierra se abrió bajo mis pies de repente
y surgió del fondo oscuro como del averno,
la bífida y carnosa a la vez que áspera lengua de una serpiente
y me empujó hasta las nubes desde el infierno,
donde estaba sumergido porque la Tierra me tragaba poco a poco.
Se empequeñeció la gente que antes me pisoteó por pequeño,
los edificios se convirtieron en diminutas cajas de cerillas
y la sopa en un escupitajo que no se quitaba en su empeño,
de disiparse ante mi vista y como dedos que aprietan cejillas,
sonaron acordes maravillosos que antes sonaban desafinados.
Y la Tierra me quiso volver a tragar poco a poco,
pero yo corrí más deprisa pues ya aprendí la canción afinado
y como aquel que huye del diablo corrí descosido,
para que la Tierra no me volviera a tragar como antes,
poco a poco, ni empequeñecerme e hice lo contrario
agrandarme mientras más la Tierra quería engullirme.
Lo intentó una y otra y otra y muchas otras veces
pero lo que no sabía la Tierra es que ya la conocía
y aprendí la lección para poderla engañar sin mentir
y así transmitir, todo aquello que la Tierra me impedía.
Alfonso J Paredes
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Imagen tomada de internet cuya fuente es: https://marcianosmx.com/poetas-y-locos/
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