LOCO DE CALOR DE VERANO
Mil casas blancas con tejados rojos,
flameantes por el implacable estío.
Se acercan,
los veo de lejos,
con antorchas encendidas y caballos cojos,
por las trabas de las arquetas la patas
se han torcido.
Unas sombras cortas
de calor bravío.
Esos pobres caballos...,
se te meten por los ojos.
Hombres ¿a dónde vais o es que venís?
Los miro y los veo a todos rojos,
como los tejados de las mil casas.
Desde el patio mío
.
Comentarios recientes